Empecé a coleccionar Altos Elfos antes de la salida de 4ª y seguí con ellos una vez llegó. No mucho después les anexioné un contingente aliado de Elfos Silvanos que terminó convirtiéndose en un ejército completo. Con el paso del tiempo (y sobre todo hacia 6ª) fui coleccionando otros ejércitos.
Pero, desde los libros de 4ª, me había maravillado con las fotografías de batallas con modelos de enanos de Citadel y Marauder. Me decía que algún día me haría un ejército de enanos... y terminé haciéndolo.
Al final, lo que comenzó con algunas compras de segunda mano terminó convirtiéndose en un ejército bastante numeroso, del que he seleccionado una parte que muestro aquí como lista a 2000 puntos de Warhammer Reforged.
La base de este ejército está en una lista que diseñé en 6ª y que tenía la peculiaridad de no contar con armas de pólvora (ni arcabuces, ni ningún tipo de cañón). Le presenté la lista a un jugador de enanos de la tienda local, le resultó interesante y me dejó sus miniaturas para que la pusiese a prueba. El experimento fue contra un ejército bretoniano que fue contundentemente derrotado.
Tengo cañones, atronadores y un par de girocópteros, pero me he basado en aquella lista como homenaje.
Este es el ejército completo. El ejército original era a 1500 puntos, así que este lleva alguna unidad adicional para alcanzar los 2.000.
Se trata de una fuerza expedicionaria de la fortaleza de Drakkaborg. Aunque es una fortaleza razonablemente rica este grupo es una suerte de partida de viaje, que no está acompañada de cañones ni otros apoyos pesados.
Rorek Ceñofruncido, señor del clan, y Snorri el Joven, portaestandarte de batalla, están al mando de esta unidad de 18 Rompehierros.
Rorek ha dirigido el ejército expedicionario de Drakkaborg en diversas ocasiones, cosechando una serie de victorias sobre los Elfos Silvanos que le han hecho protagonista de su propia saga. Snorri le ha acompañado siempre con las enseñas de su clan.
Rorek va humildemente equipado, sin ninguna runa. En el estandarte de Snorri está inscrita la Runa Adamantina.
Brunhild, sacerdotisa de Valaya ("cuenta cómo" Herrero Rúnico) está al mando de los Muro de Bronce, un regimiento de jóvenes guerreros del clan que acompañan a Rorek Ceñofruncido por primera vez.
Brunhild porta un talismán con la Runa Rompehechizos. Los Muro de Bronce son 19 Guerreros de Clan con arma de mano y escudo y grupo de mando completo.
Elga, sacerdotisa de Valaya ("cuenta cómo" Herrero Rúnico) está a su vez al mando de la Guardia Esmeralda. La Guardia Esmeralda es otra joven unidad que fue adiestrada junto a los Muro de Bronce para luchar a su lado con efectividad. También es la primera ocasión en la que acompañan a Rorek Ceñofruncido y están deseosos de probar su valía.
Elga está equipada con un arma a dos manos. La Guardia Esmeralda son 19 Guerreros de Clan con arma a dos manos y grupo de mando completo.
Los Montaraces de Drakkaborg son una de las más prestigiosas unidades de la fortaleza. Su tradición se extiende hasta los primeros días de Drakkaborg, patrullando los alrededores y participando en numerosas campañas.
Se trata de 20 Montaraces con arma a dos manos y ballesta, así como grupo de mando completo.
Los Virotes de Acero es una compañía de ballestero dividida en dos destacamentos. Están entrenados en la doctrina del apoyo lejano y cercano tal como dictan los manuales de batalla de Drakkaborg.
Son dos unidades idénticas de 10 Ballesteros con armas a dos manos.
El tren de artillería de la Fuerza Expedicionaria de Rorek Ceñofruncido está compuesto por dos Lanzavirotes (uno de ellos con la Runa Magistral de la Puntería) y una Catapulta (con la Runa de la Precisión).
No son armas tan destructivas como los cañones, pero desde luego son mucho más fiables.
Se han quedado -como decía- muchas cosas fuera. Seguramente más efectivas en conjunto. Pero quería ceñirme al homenaje a aquella lista. En total es una lista a 2000 puntos razonablemente sólida (sobre todo en su núcleo de Rompehierros que siempre me han gustado más que los Martilladores). También es bastante versátil: no tiene tanta artillería y proyectiles como para ceñirse obligatoriamente a un planteamiento defensivo, y pueden lanzarse hacia delante si la situación así lo requiere.
Tampoco tiene muchas runas ni personajes poderosos; si me lo puedo permitir siempre prefiero invertir los puntos en tropas, porque concentrarlos en un personaje supone asumir ciertos riesgos y no siempre compensa.