¡Muy buenas! Niño Borracho al aparato. Por décima vez me alegra poder decir, ¡Feliz cumpleaños, Reforged!
Hoy es el décimo aniversario de la iniciativa. Además ha pasado ya un año desde que os presentásemos a cuarta edición. Y creemos que no hay mejor modo de celebrarlo que recuperar una antigua tradición, haciéndoos entrega del documento de "Escenarios y campañas" revisado para esta edición e incluir un nuevo escenario: La batalla de las puertas de Kislev. Como siempre, ¡esperamos que os guste!
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Warhammer Reforged: Pasado, presente y futuro.
¿Quién nos iba a decir que llegaríamos a ver este día? Han pasado diez años ya desde que se presentase a primera edición de Warhammer Reforged. ¡Diez años! El tiempo vuela cuando te lo estás pasando bien. Es, quizás, la primera vez que este hobby me hace sentir nostálgico. Es una sensación extraña; siempre he dicho que este hobby no puede hacerme sentir nostalgia puesto que nunca lo he aparcado desde que lo empecé a desarrollar y sin embargo, no puedo evitar echar la vista al pasado.
Corría el año 2015 y éramos jóvenes y alocados. La malvada multinacional británica parecía haber dado carpetazo a Warhammer Fantasy de la noche a la mañana y en la comunidad empezó a cundir el pánico. Las diferencias afloraron. Quienes frecuentaban los circuitos de torneo se embarcaron en proyectos basados en el entorno más competitivo. Aquellos acostumbrados a seguir la corriente marcada por la White Dwarf aparcaron sus miniaturas en la estantería, se refugiaron en su edición oficial favorita o se apresuraron a adaptar ésta a gusto particular. Y entre todo aquel caos apareció Reforged de la mano de Endakil y Yibrael.
Warhammer Reforged fue recibido con gran escepticismo, porque no era "más de lo mismo". La comunidad se encontró por una vez con una edición pensada para el disfrute de sus jugadores, una versión de Warhammer Fantasy que no intentaba venderte miniaturas nuevas ni que comprases más de las que ya tenías. Poco a poco los más curiosos se fueron acercando y llamando a mucha más gente. Con el paso del tiempo fueron apareciendo más de un centenar de suplementos para todos sus ejércitos, decenas de ejércitos alternativos enteros y toda clase ayudas para facilitar que los jugadores comandasen los ejércitos que siempre habían deseado.
No puede negarse que hubieran roces entre las diversas comunidades que se habían formado; diferencias que, a fin de cuentas, eran las mismas que se vivían bajo el faro de la oficialidad hasta 2015 y sin una alternativa. Pero vivíamos tiempos en los que cada jugador había encontrado una u otra iniciativa que representaba su modo de entender el hobby, las diferencias se hacían más evidentes y sin embargo había algo bonito en todo aquel caos: la gente comenzó a disfrutar del hobby a su manera y Reforged se habia hecho un hueco en el corazón de mucha gente.
Pasaron los años y Warhammer Reforged llegó a la tercera edición, la que sería hasta la fecha su versión más longeva. Fueron años en los que la iniciativa no paró de crecer, tanto en cantidad y calidad de contenido como en lo referente a su comunidad. El boca a boca había dado sus frutos y cada vez eran más los jugadores que tenían puestos sus ojos en ella. Esto ayudó muchísimo a pulir las raspaduras del juego; la intención del juego siempre estuvo clara, pero fue la comunidad la que nos ayudó a dejar más claras aquellas reglas que pretendíamos transmitir. Cada poco tiempo aparecían nuevos eventos en diversas ciudades y nos animamos a organizar los "Reforged Fest", quedadas que reunían entre 50 y 60 participantes, algo impensable tiempo atrás. Pese a que la tercera edición tenía algunos defectos evidentes se trataba de una edición lo suficientemente sólida como para soportar la inventiva de centenares de jugadores.
Conforme se iba acercando 2024, los rumores sobre la inminente aparición de la nueva edición oficial de Warhammer Fantasy se hacían cada vez más fuertes. Parecía que se iba a cumplir la promesa que nos había hecho la malvada multinacional británica allá por 2019: The Old World estaba al caer y se vivían tiempos de incertidumbre. De repente, comenzaron a escucharse voces que clamaban por que volvieran los tiempos en los que toda la comunidad estuviera unificada bajo la bandera de lo oficial en redes sociales. Como si hubieran reaccionado ante alguna clase de señal hipnótica, muchos clamaban que The Old World era la mejor edición de Warhammer Fantasy sin que hubiera salido todavía, o que debíamos comprar todas sus miniaturas con la esperanza de que tradujeran los manuales a nuestro idioma. La gente comenzó a volverse loca.
En enero de 2024 se presentó The Old World y nuestras sospechas se confirmaron. Era, definitivamente... un Warhammer. Un Warhammer que adolecía de los mismos defectos que sus predecesores. Más de la mitad de los ejércitos que muchos jugadores tenían desde hacía años no serían renovados, se presentarían miniaturas de hace treinta años a precios con la inflación actual, los manuales no serían traducidos a nuestro idioma, el sistema de juego presentaría numerosos fallos de diseño en beneficio de la venta de miniaturas. Pero había algo que TOW ofrecía y que ningún otro podía igualar: se trataba de la edición oficial, a eso no le gana nadie y centenares de jugadores acudieron a su llamada sin rechistar de un día para otro.
Ignoro por completo cómo se vivieron aquellos tiempos en otras comunidades. En cuanto a la comunidad de Reforged, ocurrió algo que me llenó de esperanza. Era evidente que varios grupos de juego abandonarían la iniciativa y adoptarían a TOW en sus mesas de juego por el efecto llamada. No les culpo por ello. Su mayor interés siempre fue el de seguir jugando a Warhammer y ahora con TOW reaparecía una comunidad repleta de gente con la que poder jugar. Incluso tuve la suerte de coincidir con muchos de ellos en algún torneo de Reforged y les deseo lo mejor con TOW. Sin embargo, muchísima otra gente siguió viendo en Reforged un juego que le daba la oportunidad de vivir su afición de un modo que la malvada multinacional británica jamás le podría ofrecer. El grueso de la comunidad no iba a permitir que todo aquello que habíamos construido entre todos desapareciera. Comprendió y asimiló la filosofía que ofrece Reforged. Merecía la pena el esfuerzo.
Llegamos al presente año 2025 y la cuarta edición de Reforged vio la luz con una gran acogida. Sin llegar a tratarse de una purga sistemática, los cambios y ajustes realizados sobre la tercera edición han dejado a la comunidad con un buen sabor de boca. La adaptación de los libros de ejército ha resultado bastante acertada, afinando sus reglas y nivelando las diferencias de poder que existían entre diversos ejércitos. Aunque Reforged siga sin ser perfecto (eso es imposible) tengo la certeza de que, en su conjunto, se hace mejor a cada edición que pasa. Y creo que la comunidad que se ha formado en torno a Reforged también lo piensa, o si no ya hubieran dejado de jugarlo.
El problema de la nostalgia es que nuestra mente idealiza los tiempos pasados, hace que pensemos que antes éramos más felices y nos impide sentirnos afortunados por todo cuanto tenemos ahora. En lo personal echo la vista al pasado y veo todos los errores que cometí (sobre mis trabajos para Reforged y en la vida en general), pero observo el presente y veo que cada día tengo una nueva oportunidad de arreglarlos. Me siento afortunado de haber compartido tantos buenos momentos con gente maravillosa, tanto dentro del Team como de la comunidad. Cada nuevo día es una oportunidad para mejorar pero también para disfrutar del momento. Eso es algo de lo que no tenemos el control; se construye entre todos. Y Warhammer Reforged se construye entre todos, es de quienes lo juegan y lo disfrutan.
Como decía el Doctor Emmet Brown en "Regreso al futuro", el futuro no está escrito. Sin embargo hay un par de cosas que os puedo contar sobre el futuro. Si Reforged no ha desaparecido a día de hoy es porque ya no va a desaparecer. Seguiremos trabajando en los libros de ejército que faltan de adaptar a la cuarta edición (lo cual, a este ritmo, nos va a llevar un par de años tranquilamente). Se le seguirá tendiendo la mano a todo aquel que quiera experimentar un Warhammer Fantasy lleno de variedad. Y quién sabe, tal vez nos atrevamos a realizar alguna otra clase de proyecto titánico de esos que nos gustan cuando ya no queden más libros de ejército alternativos que merezca la pena presentar. Pero para eso falta mucho tiempo. Por lo pronto y volviendo al presente, esta tarde voy a jugar una partida con mi mejor amigo. Tal vez gane, tal vez pierda, pero seguro que me divertiré.
¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR ESTOS DIEZ AÑOS!


